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domingo, 6 de septiembre de 2009

Concierto de Juanes y la manipulacion de Oscar Espinosa Chepe y Hector Palacios

"EL CONCIERTO DE JUANES Y LA MANIPULACIÓN DE OSCAR ESPINOSA CHEPE Y HÉCTOR PALACIOS"

Por: Iliana Curra

Era de esperar. Resulta que, de este concierto “apolítico” del colombiano Juanes, ahora viene la manipulación a los presos políticos cubanos por parte de personas que en ocasiones he denunciado por sus actitudes a favor de la dictadura militar castrista. Y no me importa que hayan cumplido prisión, Eloy Gutiérrez Menoyo estuvo más de 20 años encarcelado y ahora lo vemos en Cuba viviendo del cuento. ¡Basta ya de tener que escuchar que son “luchadores” por la libertad de Cuba. Lo que son es manipuladores de una realidad viviente en una Cuba donde, al parecer, todo vale: sobre todo la mentira.

Estoy totalmente convencida de que hay nombres de presos políticos en la carta de apoyo al concierto de Juanes que desconocen realmente lo que está pasando, que no saben que Juanes está siendo promovido por Havana Club, que es propiedad del régimen castrista en un alto por ciento, además de haber sido robada a la Bacardí, verdadero dueño. Que desconocen las intenciones de este cantante que ha intentado a arrastrar a otros artistas que se han prestado para el jueguito de ir a la Plaza Cívica, ahora llamada de la revolución para cantarle a la paz…de los sepulcros. Pues en Cuba lo que se necesita es libertad para que luego exista paz.
En la carta se compara “la misma posición en que el Papa Juan Pablo II oficiara su memorable misa en 1998”…y que “constituye una gran oportunidad para avanzar en la reconciliación entre todos los cubanos, y dejar atrás los odios que durante tantos años han envenenado nuestra patria”. Que yo sepa, el Papa Juan Pablo II lo que hizo fue fortalecer la imagen de un dictador en la isla, a ese mismo Fidel Castro, ahora insepulto, que ganó imagen internacional con esta visita, y su Santidad manchó sus manos de sangre al dárselas a este genocida. Vamos a dejarnos de mentiras baratas.Esos “odios” que mencionan, los tienen los carceleros que patean a esos mismos presos políticos, que flagelan a sus familiares, a sus esposas e hijas, que no permiten que sus hijos estudien debidamente, que los tienen secuestrados en una isla que se ha convertido en una descomunal cárcel.

El papel de la Madre Teresa no es para aquellos que luchan por lo más elemental del ser humano: la libertad.

“Estamos conscientes de que este concierto es sólo un paso en nuestro objetivo de reconstruir la patria”, ¿quién escribió esta oración? ¿A quién engañan con esta falsa señal? “Y nos duele que no puedan participar más artistas residentes en Cuba y en el exilio. Somos un solo pueblo”, continúa diciendo la ya discordante carta. Y es aquí donde se contradicen bastante.Dolor sentimos los que sabemos que todo este concierto no será más que una labor solapada de esta administración, donde hasta el gobernado Bill Richardson está metiendo sus garras. Que andan buscando acercamiento con la dictadura, aún cuando los motivos por los cuales ha habido sanciones económicas, todavía se mantienen. Más aún, han aumentado. Ese mismo gobernador hace unos años trajo como trofeos de su triunfo político a tres prisioneros políticos. Que le pregunten cuántos más fueron a parar a las cárceles después de esa “noble” acción que tuvo con él el régimen castrista para acercarse a los Estados Unidos.

“…tenemos que unirnos, dejando atrás los agravios del pasado e ideologías fracasadas”. Esta frase pertenece a Oscar Espinosa Chepe y a Héctor Palacios. Las han repetido hasta el cansancio. Ambos manipulan la condición de estos hombres tras las rejas que desconocen la realidad de lo que afuera está pasando. Si ideología fracasada es luchar contra esa tiranía de más de medio siglo, ¿entonces qué hacen ellos en una prisión? ¿Por qué se siguen llamando opositores o disidentes?Estoy harta de tanta manipulación, de tantas mentiras y falsos profetas que hablan en nombre de muchos, cuando no son más que empleados al servicio de una, y esta sí que es así: una ideología fracasada.

No creo en Oscar Espinosa Chepe. He seguido su trayectoria divagante en ocasiones, pero siempre a favor de sus propios intereses. Mucho menos creo en Héctor Palacios, de quien todavía estoy esperando que explique la forma en que colaboró con la Seguridad del Estado en 1994 en la Operación Arcoiris, sacando de Cuba a una gran cantidad de opositores en un barco con ese nombre.

Espero que la cordura y la capacidad de pensamiento les lleguen a estos hermanos encarcelados y manipulados por estos personajes, y se den cuenta de que, un error histórico, queda para siempre en los libros en que se escribe la verdad.

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